sábado, 1 de enero de 2000

Algarrobo Histórico - Campo Santo

Este ejemplar característico de la zona, es uno de los tantos que existen en nuestro País, que son considerados “Árboles Históricos”, al ser los escogidos por los próceres patrios.
Según la traducción cuenta que bajo su sombra descansó el General Belgrano estuvo en Campo Santo en tres oportunidades; en 1.812 reorganizando su Ejército para marchar a Jujuy, en este mismo año recorre tierras camposanteñas durante el “Éxodo” que realiza desde Jujuy hacia el sur, y en 1.813 cuando desde Tucumán avanza hacia la ciudad de Salta a la “Batalla del 20 de Febrero”.
También en el mismo fue amarrada Doña Gertrudis Medeiros de Cornejo, cuando fue tomada prisionera por los realistas por haber colaborado con los patriotas. Después del desastre de Huaqui, en Junio de 1.811, la noticia del avance realista tras las derrotas fuerzas patriotas y la inminente llegada del Ejército español sobre Campo Santo, produjo tal impresión en el Coronel Fernández Cornejo que le causó la muerte instantáneamente.
A pesar de la irreparable pérdida de su esposo, aquella aliente mujer se armó de coraje y enfrentó al enemigo con la peonada, pero la superioridad numérica y el poderío de armamento la vencieron y tomada prisionera, saquearon su casa, incautaron los cañaverales no dejando nada de pie.
Recién después de la Batalla de Salta, fue liberada de su prisión y puesta en libertad.
Al año siguiente al producirse una nueva invasión realista, ésta valiente salteña organizó a su peonada para resistir al enemigo, siendo vencida nuevamente.
Tomada prisionera, cargada de cadenas y caminando a pie, los realistas la condujeron hasta la ciudad de Jujuy, mientras su hacienda de Campo Santo era otra vez saqueada y asolada.
Pese a su delicada situación, esta indómita mujer se las ingeniaba para enviar desde Jujuy informes secretos al General Güemes comunicación de los movimientos de los realistas. Pero estos conducirla hasta el famoso “Socabón de Potosi”, mas ella logró fugarse desde su celda de prisión en Jujuy antes de que sus captores pudieran concretar el plan. Recuperada su libertad se trasladó en 1.817 a Tucumán.
A pesar de las gestiones del General Belgrano y General Güemes ante el Gobierno de Buenos Aires para que recompensara a esta heroína salteña, nada hicieron las autoridades centrales por ella, dejándola morir pobre y abandonada.
Fuente: EL Portal de Salta

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